SICARIOS DEL MÉRITO

¿Qué le queda a la persona cuando ya no es dueña de sus propios logros?
Son numerosas las situaciones en las cuales, tras el lema de alcanzar la igualdad, es puesta en práctica la ingeniosa herramienta de crear desigualdad positiva para equilibrar la balanza. Arte exclusivo del estado.
Esto trae como objetivo, la obviedad, de alcanzar una sociedad de pares semejantes con rígida exactitud. Al parecer, los promotores de la diversidad, se olvidaron del sustento de su propio lema; somos diversos. No, iguales. Lo cual no quita que todos tengamos el derecho de igualdad ante la ley por el simple hecho de ser personas.
El magno error, está en suponer que la burocracia estatal es capaz de administrar todos los factores existentes, para lograr dicha meta. No sólo es un planteo utópico, si no que desgarrador para las estructuras económicas y la moral humana.
No debe olvidarse que el estado sistematiza, construye estructuras, no es agente de soluciones particulares. Por lo tanto, para aquellos ciudadanos que llegan al límite de una cotidianeidad de impulsos estatales y la presente figura del “Padre Estado”, no se consigue más que limitar sus capacidades humanas y sobre todo, el propósito.
Considerando la pérdida de voluntad y proyección personal; no podemos detener la ecuación ahí. El previamente mencionado, acto de inyectar condiciones desiguales; da por asumida la incapacidad de la persona de alcanzar x objetivo a cuesta de aptitudes y esfuerzos propios. Por ejemplo, la ley laboral de cupo femenino existente en varios países. Este acto revestido de consuelo para el trabajador, es un reflejo de otro logro del gobierno, no del individuo que está siendo engañando.
Aquel que sabe que no es ejecutor primario de sus logros, no sólo terminará por creerse la falacia de que necesita de una burocracia mayor que le allane el camino; sino que inevitablemente volverá a acudir al Padre Estado una vez más. La circularidad del conflicto sólo se corta, recortando a aquellos que legislan a su favor.
Escrito por Abril Trankels.