Covid Vaccines: Patent Relief - An International Show Off? EN/ES
Written by Abril Trankels

Earlier this month, the Biden administration's support for patent relief for Covid-19 vaccines was publicly expressed.
Such a move would substantially undermine one of the major innovations in law and incentives that the private sector has cultivated over the last century.
Intellectual property protection functions as a catalyst for progress and innovation in the market, ensuring monopolization and certification to each holder, in relation to its production, whether tangible or not.
However, what part of the international community is demanding today is to materialize the supremacy of the right to health over the rights and guarantees of the private sector. The needs of the third world, which in several countries has not yet been able to cover even 3% of its population with the second dose, calls for action, whether by commitment or solidarity, from the world powers. In addition, there is pressure from international organizations.
In view of this, the U.S.-backed plan proposes to free intellectual property protections so that the neediest countries have access to vaccines. Urgency is one of the most repeated arguments accompanying this position. As the WHO stated, "we are not all safe until we are all safe". In other words, it will do little good for developed countries to vaccinate their populations if the rest of the world (which is not a minority) is still under viral threat. Time is a limited resource, not only because of the lives still at stake, but also because of the possible mutations of the virus as time goes by.
However, assuming that, on a moral and ideal level, such an intention is valid, it does not mean that it is a pragmatically realistic projection. It is not necessary to dig deeply to find arguments that strongly question this postulate.
Apart from the points that may lead us to debate the rights of the private sector, the practicality of the proposal exposes its own weaknesses. The release of patents would, in broad terms, allow access to the formulas and data necessary for the production of vaccines, in the hands of companies that otherwise would not be able to obtain such a resource. However, the transfer of the "know how", i.e. the necessary procedures, cannot be issued, we are talking not only about delivering a "recipe book", with its respective ingredients, but also about the typification of the assembly and production process.
Unfortunately, the complexity of vaccine production is not similar to that of a gastronomic recipe; what is more, this difficulty varies according to the producing company; there is no equality of formulas or procedures among the vaccines that monopolize the market. However, the element that most challenges the possibility of carrying out this project is the possession of technological and professional infrastructure (which, especially in the third world, is not usually abundant...).
We had mentioned urgency as one of the driving forces behind this initiative. This is precisely something that diplomacy does not always manage to ensure, the speed of its resolutions. The U.S. Trade Representative herself, Ambassador Tai, acknowledged that this is a process that tends to take a long time due to the difficulty involved in reaching consensus. The international organizations that are currently calling for the implementation of this measure (Amnesty International, Red Cross, WHO, among others) probably have little power over it beyond their rhetorical capacity.
Therefore, we are talking about the long term, and about an intention within the international community that demarcates a certain dichotomy between "good guys and bad guys" in the diplomatic scenario, although there is still no action that can be concretely carried out.
By way of conclusion, it is possible to rescue alternatives, or mid-points that today manage to channel support, albeit partially, to the most vulnerable countries. For example, donations to COVAX either by governments or by the companies themselves. The offers by certain companies to commercialize without profit margin to the most needy countries. In support of donations from various private entities and state actors. Finally, the expected commercialization that the United States seems to promise given its surplus caused by its reduced domestic demand.
In other words, although the release of vaccines reaches the public stage, it seems to be more a topic of socio-political or even philosophical debate, at least until the optimal means for its development are actually found and the necessary international agreement is consolidated. In the meantime, the reality in its crude form remains the same, regions such as Mongolia, Belarus, Argentina, Ecuador, among many others, do not reach 5% of their population vaccinated.
Without detracting from the attempts at collaboration by certain powers and organizations.
Vacunas contra Covid: la liberación de patentes – ¿Un show off internacional?

Escrito por Abril Trankels
A comienzos de este mes, se manifestó públicamente el apoyo de la administración Biden a la liberación de patentes referidas a las vacunas contra el Covid-19. Dicha medida implicaría sustancialmente quebrantar una de las principales innovaciones en términos de derecho e incentivos que el sector privado ha cultivado en el último siglo. La protección a la propiedad intelectual funciona como catalizador del progreso e innovación en el mercado, asegurando la monopolización y certificación a cada titular, en relación con su producción ya sea tangible o no.
Sin embargo, lo que parte de la comunidad internacional hoy demanda, es materializar la supremacía del derecho a la salud por encima de los derechos y garantías del sector privado. La necesidad del tercer mundo, que en varios países aún no ha logrado cubrir si quiera el 3% de su población con la segunda dosis, llama a la acción ya sea por compromiso o solidaridad, de las potencias mundiales. A lo cual, se suma la presión de organizaciones internacionales.
Ante tal menester, el plan abalado por los Estados Unidos propone liberar las protecciones a la propiedad intelectual, de forma tal que los países más necesitados tengan acceso a las vacunas. La urgencia es uno de los argumentos más repetidos que acompaña esta postura. Como la OMS afirmó, “no estamos todos a salvo hasta que estamos todos a salvo”. Es decir, poco servirá a los países desarrollados vacunar a sus poblaciones, si el resto del mundo (que no es minoría), sigue bajo la amenaza viral. El tiempo es un recurso limitado, no solo por las vidas que siguen en juego, sino, por las posibles mutaciones del virus mientras avanza el tiempo.
Sin embargo, suponiendo que, en plano moral e ideal, tal intención sea válida, no significa que sea una proyección realista en lo pragmático. No hace falta indagar de forma puntillosa para encontrar los argumentos que ponen fuertemente en duda este postulado.
Quitando los puntos que pueden llevarnos a debatir los derechos del sector privado, la practicidad de la propuesta expone sus propias debilidades. La liberación de patentes, supondría en grandes rasgos permitir el acceso a las formulas y data necesaria para la producción de vacunas, en manos de empresas que de otro modo no conseguirían tal recurso. No obstante, no se puede emitir el traspaso del “know how”, es decir los procedimientos necesarios, hablamos no solo de entregar un “recetario”, con sus respectivos ingredientes, sino de la tipificación del proceso de ensamblaje y producción.
Lamentablemente, la complejidad de la producción de vacunas no se asemeja a la de una receta gastronómica; es más, dicha dificultad varía según la compañía productora, no hay igualdad de fórmulas ni procedimientos entre las vacunas que monopolizan el mercado. Aunque, el elemento que más interpela la posibilidad de llevar a cabo este proyecto, es la posesión de infraestructura tecnológica y profesional (que, sobre todo, en el tercer mundo, no suele abundar…)
Retomando uno de los impulsores de esta iniciativa, habíamos mencionado la urgencia. Justamente esto es algo que la diplomacia no siempre logra asegurar, la rapidez de sus resoluciones. La misma Representante Comercial de los EEUU, embajadora Tai, reconoció que se trata de un proceso que suele prolongarse por la dificultad que implica su consenso. Sobre el cual, las organizaciones internacionales que hoy reclaman la ejecución de esta medida (Amnistía Internacional, Cruz Roja, OMS, entre otras), probablemente tengan poco poder fuera de su capacidad retórica.
Por lo tanto, hablamos del largo plazo, y de una intención dentro de la comunidad internacional que demarca cierta dicotomía entre “buenos y malos” en el escenario diplomático, aunque aún no haya acción alguna que se pueda llevar a cabo concretamente.
A modo de conclusión se pueden rescatar alternativas, o puntos medios que hoy logran canalizar apoyos, aunque de forma parcial, a los países más vulnerados. Por ejemplo, las donaciones a COVAX ya sea por parte de gobiernos, como de las empresas mismas. Las ofertas por parte de ciertas compañías de comercializar sin margen de ganancia a los países más carenciados. En adhesión a las donaciones de diversos entes privados y actores estatales. Por último, las esperadas comercializaciones que Estados Unidos parece prometer dado su excedente causado por su reducida demanda a nivel interno.
Es decir, aunque la liberación de vacunas alcance el escenario público, parece ser más un tópico de debate socio-político o hasta filosófico, por lo menos, hasta que realmente se hallen los medios óptimos para su desarrollo y se consolide el acuerdo internacional necesario. Mientras tanto, la realidad en su crudo sigue siendo la misma, regiones como Mongolia, Bielorrusia, Argentina, Ecuador, entre varios otros, no alcanzan el 5% de su población vacunada.
Sin desmerecer, los intentos de colaboración de ciertas potencias y organizaciones internacionales, esto abre la interrogante acerca de: qué tanto este tipo de planes responden a mantener una retórica de solidaridad más que a construir políticas eficaces con carácter localista (entendiendo la complejidad y heterogeneidad entre países y sus necesidades).
FUENTES CONSULTADAS:
https://www.who.int/es/initiatives/act-accelerator/covax
https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(21)01151-X/fulltext
https://datosmacro.expansion.com/otros/coronavirus-vacuna