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CORONANDO LA INSENSATEZ




“En tiempos prehistóricos, el hombre a menudo tenía sólo dos opciones en situaciones de crisis: luchar o huir. En los tiempos modernos, el humor nos ofrece una tercera alternativa, luchar, huir - o reír.” – Robert Orben

Sin quitar relevancia y seriedad a la crisis que nos envuelve, se puede considerar válido e interesante destacar ciertos fenómenos sociales y políticos que resaltan en este contexto. Algunos dicen que la naturaleza del hombre sólo aumenta en momentos caóticos. La sociedad no tardó en probar la veracidad de dicha presunción.

Alrededor del mundo la cordura se muestra inestable. Destacar casos como el de un ciudadano Argentino que quiso ingresar a su barrio privado, a una empleada doméstica escondida en la cajuela de su auto (siendo la cuarentena decreto nacional). Ayuda recordar que la inestabilidad e imprudencia son cualidades humanas de la cuales los funcionarios públicos y figuras políticas no quedan inmunes.

En contextos caóticos, la esencia humana se hace más notoria. Así como muchos salieron a comprar papel higiénico, comida, y otros se preocuparon por ayudar a un vecino; muchas autoridades políticas tomaron una postura pedagógica. Desde su puesto de trabajo, el cual tiene el privilegio de conservar, apuntaron con el dedo a aquellos que salieron a conseguir “el pan” para su familia. Sin desmerecer el riesgo al que muchas autoridades y funcionarios se exponen.

No obstante, es curioso ver casos como el de Bill de Blasio, alcalde de Nueva York, quien afirmó que estaría monitoreando un hospital de campaña construido por una organización cristiana. En un momento de crisis, encuentra justificable delegar funcionarios estatales a controlar un hospital frente a la “amenaza” que puede traerle al lobby lgtb; y sus principios chocantes con los de la institución religiosa. El simple hecho de priorizar suposiciones ideológicas ante cualquier situación que involucre la salud de un ciudadano, muestra incompetencia y una forjada esta grieta política.

Homogeneizar la actitud de todas las comunidades sería menospreciador, existen cientos de organizaciones e individuos que buscan activamente dar una mano en esta situación. Por esto mismo es lamentable que la ceguera de ideas, partidos o impulsos no permita que el hombre pueda actuar según la moral que atiende a predicar.

Escrito por: Abril Trankels


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