Bolivian elections 2020 / Tie and cap leftists
Written by Enrique Kay

El socialismo es una ideología política que cree en el rol protagónico del Estado y del Gobierno.
Los socialistas sostienen que los problemas de la población
(pobreza, injusticia, etc)
se resuelven con más intervención estatal, más impuestos, más oficinas públicas,
más planificación gubernamental,
más ministerios, más intendencias,
más regulaciones, más leyes, más control, más empresas del Estado, más funcionarios, más programas sociales, más becas y bonos, más educación pública, más asistencialismo,
más límites al mercado, más normas,
más aranceles, más asignación de precios, etc.
A toda esta interminable lista de inventos, los socialistas le ponen nombres muy tiernos:
Derechos, conquistas históricas, redistribución de la riqueza, soberanía de los pueblos, igualdad de condiciones, justicia social, progreso equitativo, apoyo al vulnerable, etc etc
No hay duda de que la izquierda es altamente creativa a la hora de bautizar cada una de sus fracasadas ideas.
Y tienen una gran capacidad
para promoverlas exitosamente, apelando siempre a las emociones de la sociedad
Durante las últimas décadas, han hecho tan bien su trabajo a nivel mundial, que hoy en día muchas de sus consignas ideológicas son consideradas algo normal, moral, ético, humano, justo, útil
y necesario
Las generaciones actuales han crecido escuchando que "el verdadero socialismo" es bueno, y que su teoría,
en estado puro, está correcta y bien intencionada.
También han aceptado la idea de que el
problema no es la izquierda en sí, sino
"los viejos políticos ladrones" y los
"capitalistas salvajes", que se unen para oprimir a las clases bajas, las mujeres, los indígenas, los negros, los extranjeros, los gays, etc.
Como resultado, tenemos una sociedad que abraza las tendencias socialistas, las apoya, las divulga, las convierte en música, las introduce en voluntariados y activismos, etc.
Vivimos en una generación que corre tras los políticos zurdos de moda, y deposita toda su esperanza en ellos
En consecuencia, las ideas de derecha han pasado a ser una especie de secta perversa, y los defensores del modelo capitalista somos vistos como egoístas, elitistas, racistas, insensibles privilegiados, títeres de los ricos,
enemigos de las nobles causas, reaccionarios radicales, anticuados y hasta ignorantes.
Los defensores del liberalismo
y capitalismo
(ideología opuesta al socialismo y estatismo), hacemos parte de una estigmatizada minoría que generalmente no es tomada en serio;
y que termina acomodándose mediocre mente a lo popular y lo populista.
Es el caso de muchos amigos míos, otrora liberales, que hoy en día callan ante los delirios zurdos de sus actuales líderes. Un grupo de ellos está en las filas de Creemos, y otro en
el bando de JUNTOS (supuestamente los frentes de la derecha)
Ahí se encuentran, inmersos en candidaturas tibias que condenan abiertamente la privatización,
el fin del subsidio a combustibles, la reducción del apartado estatal, etc.
Ahí los veo, incómodos pero cómplices de cada propuesta paternalista y liberticida que sus caudillos de turno prometen.
Los vi guardar silencio ante las aberrantes intenciones de expropiar clínicas, y hoy los veo indiferentes ante las vergonzosos ataques
contra la venta de estatales, reducción de la máquina pública, y eliminación de subsidios.
En otras palabras, callan cobardemente cuando se demonizan nuestras ideas,
y callan cobardemente cuando se romantizan las infamias de izquierda
Así es señores, callan y otorgan
Al bando naranja centrista, no puedo reclamarle nada porque ellos jamás se han presentado a sí mismos como liberales o derechistas, todo lo contrario, asumen de frente su condición zurda y compiten como lo que son: políticos de izquierda
En cambio a los verdes y blancos sí puedo y debo reprocharles, porque no sólo traicionaron sus principios, sino que tienen el descaro de atacar al contrincante con algo que en fondo y forma, ellos también son.
Así que no me vengan con el cuento de
"la renovación, la juventud, la alternativa",
porque ya nadie se lo #creemos
Concluyo con la siguiente reflexión:
El día que yo entré a la política, lo hice en un partido andino de centro izquierda que se asume oficialmente como socialdemócrata, y que es miembro pleno de la Internacional Socialista.
Un frente que jamás ha mostrado
credenciales liberales de ningún tipo,
ni tiene intención alguna de hacerlo
Les confieso que fue una decisión difícil,
pero la asumí convencido de que era posible generar un ala interna de centroderecha; influenciar con mis ideas liberales a las nuevas generaciones del partido, e implantar desde su seno mismo un genuíno discurso pro Libertad.
Así lo hice durante mis dos años de militante, así lo repetí en cada entrevista de prensa, así lo escribí en cada artículo publicado, así lo manifesté en cada Asamblea interna, y así lo plasmé en cada proyecto encarado.
Tengo el inmenso orgullo de decir que cuando el partido entero cerraba filas en torno a programas y propuestas de izquierda, yo era el primero en oponerme y negar mi apoyo.
Cuando el Presidente Nacional del partido levantaba orgulloso banderas socialistas, yo era el primero en hacerle críticas tanto privadas como públicas.
Esa convicción me pasó altas facturas, pero también me llenó de profundas satisfacciones
Hoy camino con la frente en alto, porque jamás entibié ni por un segundo mis ideales de Libertad, Individuo y Mercado.
Ideales que aprendí en las mismas aulas que ustedes, politiquillos de turno, pero que continué y continúo sosteniendo aquí y ahora:
En la cancha, y en la vida real.
Si mi breve paso por la política partidaria sirvió para que por lo menos un Concejal, un Diputado o un Dirigente de barrio sea influenciado con mi pasión por la Libertad;
entonces valió la pena y la misión fue cumplida
Por lo demás, no tengo la menor duda de que más temprano que tarde llegarán verdaderos defensores de la gran causa liberal; de esos que soñó Thomas Jefferson.
Y ese día tal vez vuelva a #creer en la política de mi país, el día en que pueda pararme frente a una multitud y gritar como el loco Milei:
Tiemblen zurdos hijos de puta!
LA LIBERTAD AVANZA